La Importancia de la inteligencia emocional en la educación infantil

¿Sabías que los bebés empiezan a aprender desde que nacen? Incluso cuando están en la barriga de mamá ya están aprendiendo de las emociones que mamá siente y ellos perciben también. sin dudarlo este aprendizaje del mundo puede resultar un reto, y con las técnicas adecuadas, como la inteligencia emocional,  la pedagogía y coaching sistémicos, que forman parte de mi metodología, se obtienen resultados muy satisfactorios. Imagina que hay una teoría que dice que los hijos escogen a los padres antes de nacer para que sean tal como son y puedan darles el escenario perfecto para su crecimiento, evolución, y lo que vienen a hacer. Son unos maestros los padres para los hijos, y los hijos para los padres también. Creo totalmente que todos los seres humanos tenemos un plan de vida ya escrito y todas las personas que nos encontramos en el camino sean nuestros padres, hijos, amigos, hermanos, profesores etc., son personas que forman parte de nuestro aprendizaje y de este plan ¿Te imaginas? A mí me apasiona. 

De hecho, el sistema educativo ha evolucionado afortunadamente y podemos ver diversos cambios en los últimos años, pues la comprensión de la educación infantil se ha debido transformar para abarcar ya no solo los requerimientos educativos de los niños, sino también sus necesidades emocionales desde un trabajo que ha pasado de ser únicamente de los docentes a comprender todo el espectro sociofamiliar. 

Esta interconexión entre los puntos de apoyo del niño permiten que la formación sea un proceso en el que la inteligencia emocional juega un papel fundamental para su desarrollo, por lo que en este artículo exploramos cómo la educación emocional, apoyada en la pedagogía sistémica y el coaching sistémico, transforman la manera en que los niños comprenden y gestionan sus emociones, favoreciendo un crecimiento saludable y armónico.

¿Qué es la educación emocional en educación infantil? 

Pero ¿de qué hablamos cuando nos referimos a la inteligencia emocional y por qué es tan importante en la vida de los niños, especialmente en los primeros años de vida? Hablamos de la capacidad de desarrollar herramientas que permitan gestionar cualquier tipo de situaciones y emociones, aprender a aceptar tanto la gratitud, amor, frustración, enfado, alegría. En los niños, esto influye en la manera en la que se relacionan consigo mismos y con los demás, permitiendo mejorar la convivencia, la comunicación y la autoestima. 

La educación emocional en la infancia temprana se enfoca en enseñar a los niños a identificar, entender y expresar sus emociones de manera adecuada. Basada en principios de pedagogía sistémica, esta educación considera al niño como parte de un todo, de un sistema familiar y social, donde sus emociones son entendidas en un contexto más amplio.

En el proceso educativo, que es inherente al proceso de crianza, la inteligencia emocional ayuda a preparar a los niños para enfrentar desafíos futuros, por lo que es fundamental que estos primeros años de vida se orienten a una formación integral, respetuosa y que permita entrever un desarrollo óptimo en las capacidades de afrontamiento y gestión emocional, para el resto de su vida. 

¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional en niños? 

Imagina que cada niño es una maravillosa esponja absorbiendo todos los estímulos externos que recibe para decodificarlo en su interior. La inteligencia emocional empieza a aprenderse en esos primeros meses de vida, cuando los ojos y los sentidos del pequeño se desplazan por todo el espacio para aprehender comportamientos, identificar a sus cuidadores e interiorizar la información, entonces, ¿cómo desarrollamos la inteligencia emocional?.

Desarrollar la inteligencia emocional en los niños es un proceso que requiere de un aprendizaje de parte y parte, mientras ellos aprenden de nosotros, nosotros aprendemos de ellos. En la búsqueda de generar estas herramientas de gestión emocional se pueden realizar actividades lúdicas que promuevan la empatía, la colaboración y la resolución de conflictos en positivo. El coaching sistémico puede ser una herramienta muy útil para acompañar el proceso emocional de una manera respetuosa y adaptada a su entorno 

Rol de un especialista en inteligencia emocional en la educación infantil 

Aunque el proceso de aprendizaje de herramientas de inteligencia emocional debe ser transversal al proceso educativo y familiar, lo cierto es que un especialista en este área actúa como un facilitador del aprendizaje al utilizar y desarrollar diversas técnicas de coaching, inteligencia emocional  y pedagogía sistémica para ayudar a los padres a comprender cómo las emociones de sus hijos  y sus emociones afectan su comportamiento y relaciones, y cómo pueden gestionarlas eficazmente.

Este acompañamiento es crucial porque permite a los padres aprender a identificar y acompañar a sus hijos, pues cada uno es un mundo completamente distinto que merece la atención adecuada para que pueda desarrollar las habilidades más adecuadas respecto a su contexto, edad y factores individuales.

Actividades prácticas para fomentar la inteligencia emocional en niños

Existen ciertas actividades que facilitan el proceso de aprendizaje de inteligencia emocional en los niños. Estas no solo fomentan la adquisición de herramientas individuales, sino que permiten adquirir un componente colaborativo en el que las relaciones con el otro se construyen desde el respeto y la empatía.  Entre estas actividades tenemos: 

1. Juegos de Rol: permiten a los niños experimentar diferentes situaciones emocionales y aprender a responder a ellas.
2. Cuentos y Narración: historias que enseñan a reconocer y manejar emociones.
3. Actividades de Grupo: fomentan la empatía y el trabajo en equipo.
4. Ejercicios de Respiración y relajación: ayudan a los niños a calmarse y gestionar momentos de estrés.

Cómo identificar y manejar emociones en la educación infantil 

Los niños tienen muchas capacidades de aprendizaje, por lo que, mientras están aprendiendo a manejar  la inteligencia emocional, a veces pueden tener la dificultad  para reconocer qué están sintiendo, por qué lo sienten y qué pueden hacer para manejarlo. Es por esto que enseñar a los niños a identificar sus emociones y las de los demás es el primer paso para gestionarlas adecuadamente. Ten en cuenta que el ejemplo es la mejor maestría para ellos. Aquello que intentamos enseñar a nuestros pequeños, es la oportunidad para todos los adultos a aprenderlo también. Os puedo asegurar como madre, que muchas cosas que he mejorado en mi carácter, personalidad e inteligencia emocional, fue cuando mi hijo era pequeño, y a su ritmo para enseñarle a él, aprendía yo con él.

Un niño que es capaz de reconocer expresiones faciales, tonos de voz y lenguaje corporal estará mucho más preparado para maniobrar las dificultades y responder adecuadamente a situaciones que pueden resultar abrumadoras. 

Lo primero que un niño debe aprender es a identificar sus emociones y las de los demás y es importante que exista una comunicación que le permita entender por qué siente lo que siente. Por ejemplo, cuando un niño llora, porque no ha conseguido un juguete que quería, es fundamental que el tutor intervenga y le haga saber los motivos por los cuáles no puede obtenerlo, valide sus emociones y le permita expresarse, pero dando indicaciones sobre las maneras en las que podría regularse en ese momento, de la siguiente manera: 

“Sé que te sientes decepcionado porque no pudimos ir al parque hoy debido al mal tiempo. Yo también estaba emocionado por pasar tiempo al aire libre contigo. Entiendo lo importante que era para ti jugar allí. A veces, las cosas no salen como esperamos, ¿verdad? Pero no te preocupes, siempre encontraremos algo divertido que hacer en casa. ¿Qué te parece si armamos una casita con mantas y cojines en la sala? O podemos hacer una tarde de películas con tus favoritas y preparar palomitas. ¿Te parece una buena idea? De esta manera, todavía podemos pasar un tiempo juntos y divertirnos, incluso si el clima no coopera”.

Beneficios de la Educación Emocional en la Primera Infancia

Respecto a los beneficios, se puede decir que estos incluyen una mejor adaptación social, mayor éxito académico y desarrollo de una personalidad equilibrada. La educación emocional ayuda a formar adultos capaces de enfrentar los retos de la vida con confianza y empatía.

En conclusión, la integración de la inteligencia emocional en la educación infantil, apoyada en principios de la inteligencia emocional, pedagogía sistémica y coaching sistémico es esencial para el desarrollo emocional y social de los niños. Facilita un entorno de aprendizaje más comprensivo y adaptativo, preparando a los niños no solo para el éxito escolar, sino para la vida. Si te encuentras interesado en este proceso, te invito a contactarme para que juntos podamos aportar las herramientas de gestión emocional que tu pequeño necesita. 

Es esencial recordar que el núcleo de la crianza radica en asegurar que tus hijos se sientan amados de manera incondicional. Esto significa que, independientemente de si están lidiando con sus emociones, o si sus tareas no salen como esperaban, tu apoyo y compromiso son fundamentales para que aprendan a enfrentar estos desafíos sintiéndose amados en todo momento: antes, durante y después del proceso.

Imagina cómo te gustaría ser tratado cuando te encuentras en una situación de aprendizaje, enfrentando algo que desconoces o te sientes inseguro. ¿No preferirías recibir un apoyo incondicional que te haga sentir valioso y competente en tu proceso de aprendizaje? Este tipo de apoyo actúa como una cálida manta que reconforta y empodera.

Considera la diferencia que marcaría en la vida de tus hijos si les transmites esa sensación de ser maravillosos y capaces incluso cuando están aprendiendo y cometiendo errores. Tu papel como padre/madre es fundamental en este sentido. Así que, en lugar de centrarte únicamente en los resultados o en la perfección, enfócate en cultivar un ambiente de amor incondicional que nutra su crecimiento emocional y su confianza en sí mismos. Este ejercicio no solo beneficiará a tus hijos, sino que también te ayudará a crecer como padre/madre y a fortalecer el vínculo emocional con ellos.

Recuerda que tus hijos te han escogido únicamente a ti como papá/mamá, con los millones de papás que hay en el mundo. Justamente por eso te ha escogido, para que aprendas a amarlo mientras aprende.