FIN de AÑO : BALANCE Y R E F L E X I Ó N

Hoy día 31 diciembre…. ¡Noche de fiesta, cotillón y propósitos para el próximo año nuevo!

Es bien sabido que para poder poner cosas nuevas antes hay que hacer sitio, hay que dar lugar, poner orden, limpiar y si es necesario tirar o deshacerse de lo que ya no nos sirve.

¡En nuestra vida es igual de válido!

Hacer propósitos está genial, aunque antes debemos de hacer sitio. Si no, nos empachamos de ideas, mezcladas con las del año anterior, muchas sin conseguir ni acabar, y automáticamente la mezcla es nefasta. 

Nuestra mente necesita oxigeno limpio y desprenderse de todas las ideas que ya no sirven, porque ya hemos conseguido los objetivos, o bien porque hemos decidido cambiarlos. 

Es imprescindible hacer balance, analizar donde queríamos ir y dónde hemos logrado llegar. Que ha pasado para que haya sido así. Que queremos cambiar, o que debemos cambiar, sumar o quitar. 

Hablamos de todas las áreas de la vida: A nivel de objetivos y éxitos profesionales, objetivos y metas en las relaciones familiares, de pareja, logros en las relaciones sociales con los amigos, nuestras metas financieras y económicas, nuestros retos y objetivos de salud y físicos, nuestros objetivos intelectuales, y nuestras metas espirituales.

Hacer limpieza mental es higiénico y necesario y nos aporta felicidad. 

Los logros, éxitos y los fracasos, todos son aprendizajes de altísimo valor, y los pondremos con amor, orgullo y agradecimiento en nuestro corazón de una manera fácil y limpia. 

Quedarse demasiado tiempo observando el resultado, desde el ego o el victimismo, sea éxito o fracaso, es perder el tiempo y energía. 

Es sano sentirnos orgullosos y felices, es sano poder enfadarnos ante el fracaso. 

El paso siguiente es poder ser valientes y mirar de frente que ha pasado, y cambiar o hacer el primer paso para cambiar hacia un nuevo y mejor resultado. 

Hay que saber perdonarnos a nosotros mismos y a los demás y actuar. 

La queja nos hace NO avanzar.  Hay dos opciones: Quejarse o actuar.

Perdonar a los demás y seguir nos ayudará a ser ágiles, fuertes, valientes y sentirnos mejor.

La vida es maravillosa a pesar de las tormentas, los temporales, el sol, la lluvia, el frio, el calor…. Todos es vida.

Desgranar las circunstancias que dependen de nosotros mismos y las que no, ayudará a podernos desapegarnos del control de lo que no depende de nosotros mismo.

Ilusionarnos con las nuevas metas y objetivos para el próximo 2020 es genial, necesario y potente, si antes has hecho espacio para ello. 

Los pequeños logros que hayas conseguido y que necesites como peldaños para el próximo año, guárdalos, las metas ya conseguidas, las guardas en tu corazón y dejas espacio para las nuevas.

Cuídate y pon en armonía tu mente, tu cuerpo y tu corazón.

¡Feliz ejercicio de reflexión e introspectiva del 2019!

Teresa Talavera