Equilibrio

Dec 06, 2024

Hay cosas tan simples como salir a pasear, tomar el sol, andar entre la naturaleza de un bosque, una playa, el campo…. Para desconectar de nuestra rutina, frenar nuestra velocidad cotidiana y ser capaces de parar nuestro ritmo. 

Encontrar un ritmo lento, pausado y de descanso es salud para nuestro organismo entero. 

Es importante parar. Es importante no hacer nada. Es importante bajar el ritmo. Es importante encontrarse con uno mismo. Tener un espacio de tiempo para estar contigo. El hacer las cosas lentas por un día como hoy que es domingo. Lentas para estar atentos, muy atentos de como, por ejemplo, ahora que estoy escribiendo este articulo, miro mis dedos como se mueven ágiles en las teclas del ordenador, miro mis uñas, miro la piel de mis manos, sobretodo me llama la atención como se mueven mis dedos con tanta agilidad. Siento amor hacia mis manos y mis dedos. Hacer este ejercicio, de observar, de sentir, de estar insight es un regalo para nuestro organismo entero, para mi cuerpo, mi mente, mi espíritu. 

No siempre tenemos el entorno adecuado para lograrlo, pero a grandes males grandes remedios. Yo he encontrado una forma estupenda de integrar este estado de relajación y atención plena, a pesar de a veces estar en un entorno distorsionador de ruidos que imposibilitan bastante encontrar esta concentración y relajación: Me compré hace unos días unos auriculares sensacionales que aíslan el ruido exterior. El resultado es maravilloso. Escucho mi música o ritmo favorito, porque a veces tener un ritmo marcado sin música también es una buena idea. Yo uso la App Brian Therapy desarrollada por Francesc Celma de Fosfenismo, muy recomendable. Al aislarte del ruido exterior, a pesar de estar entre él, la concentración lograda es casi total. 

Así puedo estar en cualquier lugar con un nivel de antiestrés muy alto. El resultado es disfrutar de la sensación de estar presente y atenta, muy atenta en aquello que hago desde los 10 lados posibles. Evidentemente, cuando estoy en la naturaleza sin contaminación acústica, no es necesario usarlos. Y puedo disfrutar del silencio en su totalidad y del sonido de la misma naturaleza en su estado más puro.

Lo mismo ocurre con los estímulos visuales. Sin darnos cuenta, a través de la vista, recibimos millones de estímulos diarios, sea a través del teléfono mensajes, videos, ordenador, televisión, películas o series, o de las luces, movimientos en la calle, coches, personas, acciones. Cuando estamos en un entorno natural tranquilo, la vista se relaja, nuestra mente, nuestro organismo entero se relaja. 

Son acciones que no nos damos cuenta y que estamos tan acostumbrados, que se nos hace imposible vivir sin este estrés visual.

Un antifaz es mi mejor aliado cuando necesito relajarme y asilarme visualmente. Tan simple como esto. 

Si un día como hoy, podemos disfrutar de tener fiesta laboral, podemos encontrar en la naturaleza este espacio de relax visual y de entorno silencioso, y tomar el sol, descansar, hacer deporte en la montaña, en la playa… En cualquier lugar, rincón o espacio abierto que nos aporte esta cualidad.

Cuando nos relajamos de verdad, física, mental y emocionalmente, el organismo entra en un estado de recuperación, igual que un coche de carreras entra en boxes para restaurar y recuperar su estado óptimo, para seguir la carrera en buenas condiciones.

Yo os invito a cuidar vuestro organismo desde todos los ángulos y sentidos. 

¡Feliz primer lunes de marzo!